Sin computín no hay paraíso

Hace unas semanas postuló a Platanus Ventures una startup con tres socios, de los cuales uno era programador. Los invitamos a una entrevista, pero solo dos llegaron a la videollamada. El cofundador técnico se había ido a otra empresa.

Rápidamente les dijimos que no los podríamos seleccionar. Nos argumentaron un buen rato que igual lo sacarían adelante, que muchas empresas tenían interés en su producto, y más. Aún así, no cambiamos nuestra decisión.

La verdad es que no es su culpa, pero creo que la probabilidad de éxito de una startup tecnológica es significativamente mayor si hay un fundador que programe, y que además tenga igual porcentaje de participación en la empresa que el resto de los socios.

Estamos tan convencidos de esto que en Platanus Ventures no aceptamos startups sin un socio computín.

Uno podría pensar que las mejores razones para tener un socio técnico son: “porque alguien tiene que programar el producto”, o “porque así te ahorras pagarle a alguien por el desarrollo”. Si bien estas razones son verdad, no son tan importantes como las otras que te voy a contar.

El producto nunca está terminado

Algunos emprendedores novatos creen que el producto se desarrolla completamente en 4 meses y después se pueden ir todos al caribe mientras llegan los billetes y toman mojitos.

¿Cuántos ingenieros de software crees que trabajan en Uber? Al principio deben haber sido muy pocos. Ahora son miles. Sí, miles de ingenieros de software.

Cuando uno lo piensa por primera vez, no es tan intuitivo. La aplicación de Uber se ve bien sencilla. Pero la realidad es que por debajo es extremadamente compleja. Siempre hay que desarrollar nuevas funcionalidades, herramientas internas, hacer optimizaciones para escalar, arreglar errores, y muchas cosas más que no logro imaginar.

El producto de una startup nunca está terminado. Por más simple que se vea.

Atraer talento

Entonces, como el desarrollo del producto nunca termina y solo aumenta, eventualmente vas a tener que atraer a miles de ingenieros. Suena abrumador, lo sé. Pero antes de que tu mente colapse por la ansiedad, te tengo un hack: incluye al mejor developer que conozcas en tu equipo fundador.

La gente ambiciosa y talentosa quiere trabajar donde hay personas que admiran. Yo soy computín, y adivina a cuál de estas dos empresas postularía si me pusiera a buscar trabajo:

1. A la startup que fundó mi amigo de la universidad que sé que es un programador seco.
2. A la startup con dos fundadores comerciales que no saben mucho de tecnología y a los que se les acaba de ir su programador.

Creo que es bien obvio cuál elegiría.

Esto es como una bola de nieve. Más gente talentosa atrae más talento, y así hasta la eternidad.

La tecnología es clave en el negocio

¿Harías una empresa de biotecnología sin tener a un socio que sepa de biotecnología? Claramente no. Con el software es lo mismo.

Si tu producto va a ser tecnológico, entonces todo va a ser más fácil si es que dentro del equipo fundador tienes a alguien que sepa de la tecnología.

Esto es importante no solo por la ejecución. También es importante porque es mucho más probable que el programador tenga una sensibilidad más desarrollada sobre lo que sí y lo que no hay que hacer en un producto digital.

Los devs estamos usando productos digitales mucho más seguido que la media de las personas, por lo que tenemos ciertas intuiciones estratégicas que son más difíciles de encontrar en alguien que no es desarrollador.

No digo que solo el computín tenga que tomar las decisiones, para nada. Pero tiene una visión muy valiosa y complementaria a la comercial.

Se necesita algo más que tomar pedidos

Cuando estás construyendo tu propio negocio no dejas de pensar en eso. En la ducha, en el metro, antes de dormir, y más. Pero si no tienes acciones de la startup eso no es tan así. Te pagan tu sueldo, trabajas de 9 a 6, y listo.

Yo sé que hay personas muy comprometidas y que trabajan mucho pese a no tener tanto porcentaje de la empresa, pero están en todo su derecho de pensar en su trabajo solo durante el horario laboral. O de irse a otro lado en cualquier momento.

Lo ideal es que el CTO esté pensando todo el tiempo posible en la tecnología, el negocio y el producto. Si no es así, habrá menos ideas, y todo va a avanzar más lento.

Al no darle la profundidad de pensamiento necesaria, todo termina siendo “tomar pedidos”. Los fundadores dicen qué hacer y el desarrollador lo hace. Y el producto no queda tan bueno.

Poco glamoroso

A los computines nos gustan los desafíos, y desarrollar siempre lo mismo puede ser aburrido. “¿¿Otra vez tengo que hacer un formulario??”.

Pero eso cambia cuando se trata de tu propio negocio. En Platanus Ventures he desarrollado un montón de formularios, y me ha dado cero lata.

Cuando uno entiende el beneficio que traerá a la empresa y lo siente propio, todo tiene mucho más sentido. Ya no es solo “hacer un formulario”, ahora es “mejorar mi empresa”.

Los principios de las startups suelen ser muy así: desarrollar cosas poco glamorosas, hacer cambios muy sutiles, y hablar mucho con los usuarios.

Es mucho más fácil lograr satisfacción en ese tipo de cosas si es que eres socio de la empresa.

Si eres un fundador comercial, te recomiendo darle mucha prioridad a buscar a un cofundador que programe. Acá puedes encontrar algunos tips para hacerlo.

Porque la realidad es que sin computín no hay paraíso.