Te cuento cómo Bemmbo llegó a ser adquirida por Buk

Cuatro años después de nacer, Bemmbo se vendió a Buk y se convertirá en su brazo financiero.

Pero lo mejor de la historia no es la adquisición. Aunque cualquier exit real en LatAm da para celebrarlo.

Lo realmente interesante fue el camino que siguió Rodrigo para lograrlo.

En eso estaba Rodrigo, 3 semanas después de salirse de Cactus, startup de la que era socio y en la que habíamos invertido en Platanus para nuestro tercer batch.

Mi recuerdo de Rorro en ese tiempo es el de un tipo derechamente obsesionado con demostrarle a Platanus que merecía que le invirtiéramos una segunda vez.

Y no lo hacía nada de mal, partiendo por su decisión de hacerlo todo al revés.

El camino clásico que toman los CEOs con “buenas ideas”, es convencer a un socio técnico para que la construya, para después salir a venderla y comprobar si efectivamente era tan buena la idea como se imaginaba.

Rorro, en cambio, primero logró que le compraran una solución que no existía.

“Sí claro, el producto puede hacer eso” - decía mientras cerraba el contrato.

Y después (sin vergüenza alguna) se sentó al lado de ese cliente con su computador a mirarlo hacer sus procesos manuales mientras iba construyendo su producto en una plataforma no-code llamada Bubble.

Digamos las cosas como son, nadie respeta mucho construir en Bubble en el mundo tech.

Pero eso le importó poco a Rorro. De hecho, le importó tan poco que cerró 2 contratos más con ese MVP no-code.

Por su lado, Cristóbal Dotte, un ingeniero de software, estaba construyendo una plataforma de educación que le permitía a los gamers aprender, practicar y ser descubiertos.

(Cris lo dijo, pero admite que tú lo pensaste)

Cris, igual que Rorro, era parte del Build Sprint, una suerte de pre-programa de aceleración de Platanus.

Tenían 4 semanas para lograr una meta ambiciosa que se habían puesto al principio del programa.

Rorro lograba todas sus metas comerciales, pero se le enredaban los dedos en el teclado cuando trataba de construir un mejor producto.

Cris, justo al revés. Su producto volaba, pero se le enredaba la lengua cuando trataba de vender.

Cuando llegó el mensaje de Rorro buscando CTO en el discord de Platanus, fue como si se alinearan los astros y se desenredaran dedos, lenguas y nudos mentales.

Se asociaron 🤝

Platanus les invirtió 📈

Y Rorro estaba tan feliz, que quiso sacarse una selfie con su nuevo socio y escribir “La historia de cómo quedamos en Platanus Ventures”.

El programa de aceleración de Platanus tiene una instancia llamada “Coliseo”, donde las startups van mostrando sus avances frente a un grupo de 2-3 mentores ultra selectivos con su tiempo.

De hecho, todos los mentores que apoyan a las startups de Platanus son fundadores que han construido cosas notables en LatAm y el mundo.

Algunos de los mentores que han apoyado a las startups de Platanus regularmente.

En ese tiempo, Buk era una startup con un crecimiento increíble, que había nacido bootstrapped. Eran un bicho raro en el segmento VC, y Jaime Arrieta, su CEO, me parecía que tenía una claridad mental envidiable.

Lo invité a ser mentor y la primera startup que le tocó mentorear fue Bemmbo.

Rorro estrujaba sus 13-minutos cada dos semanas con él, siempre llegaba muy bien preparado, con avances que mostrar y buenas preguntas para hacer.

En el tiempo que no estaba con Jaime, escuchaba podcasts de Jaime (esto de tener TOC puede ser ventajoso).

En uno de los podcasts, se enteró de que Jaime disfrutaba de jugar de padel. Y lo invitó a un partido.

Pero omitió información importante en la invitación.

Un delicuente Rorro 😂

Pero también un genio.

Desbloqueó horas del tiempo de Jaime que aprovechó para Bemmbo y construyó una relación que probaría ser trascendental para el desenlace de la empresas y de sus carreras.

La energía que le metían los Bemmbo a su empresa se reflejaba en sus resultados de ese tiempo, crecían de forma sostenida e hicieron excelentes primeras contrataciones.

De hecho, una de esas contrataciones fue Jonathan Chávez (hoy fundador de ZeroEval, parte de Y Combinator). Jona había postulado a Platanus con 21 años y con otra startup. Le quisimos invertir, pero no pudimos porque aceptó un cargo en Google que sintió que no podía rechazar (todavía pienso que fue pésima idea), pero esa es otra historia.

Bueno, con Jona mantuvimos contacto y una vez que aceptó el error de haberse ido a Google, le presentamos a los Bemmbo y Cris logró convencerlo de sumarse a la joya de equipo que estaban construyendo.

Y así llegó el Demo Day de Platanus. En ese tiempo los hacíamos en vivo, las startups pasaban una tras otra frente a la cámara, hacían su pitch de 3-minutos y salían de escena.

Si te quedabas en blanco, se te enredaba la lengua, o lo que fuera, lo hacías en vivo.

Talk about building in public.

Bueno, ese día Rorro llegó con una muy buena historia para contar

Una de las láminas de su pitch de Demo Day.

y con COVID.

Se sentía bastante mal. Yo estaba nerviosa, lo veía derretido en el sillón antes de presentar.

Pero llegó su momento, y como si fuera campeón de segunda división de padel en Chile, lo hizo como una estrella.

Fue tan buena su presentación, que cerró su ronda en 3 días, y quedó sobre-suscrita.

Uno de sus inversionistas ángeles, fue el mismo Jaime Arrieta.

Los años que vinieron estuvieron llenos de entusiasmo, potencial, desafíos y momentos difíciles.

De hecho, Bemmbo, que automatiza rendiciones, conciliaciones bancarias y la gestión de cuentas por pagar y por cobrar, quintuplicó sus ventas en los últimos dos años y llegaron a tener más de 100 clientes.

Bemmbo fue una empresa que siempre atendió las necesidades de sus clientes con profunda diligencia (NPS de 60), pero no logró alcanzar la escala que quería como para ser gigante.

Por su parte, Buk siguió creciendo y se ha convertido en una de las startups más grandes, influyentes y prometedoras de LatAm.

Y la relación de los Bemmbo con Jaime se sostuvo a lo largo de todo ese tiempo.

Por eso cuando Rorro y Jaime me contaron sobre la compra de Bemmbo por parte de Buk, pensé muchas cosas.

“Qué bueno para los fundadores”, “Qué grande Jaime, cuánta visión”, “Buk la va a romper”.

Pero también se me vino a la mente algo de lo que estoy orgullosa.

Veo que fuimos parte de muchos capítulos clave en la historia de Bemmbo.

Y creo que la historia de Bemmbo y Buk es una comprobación de nuestra hipótesis de que LatAm además de capital, necesita comunidades donde se junte la conversación técnica y el talento.

Ahora, Rorro y Cris no solo son fundadores con un exit. Son potenciales ángeles, referentes para otros fundadores, alguien que dentro de 10 años podría estar adquiriendo startups de otros Rorros y Crises que hoy están recién empezando.

Ese es el círculo virtuoso que buscamos en Platanus: juntar el conocimiento, el capital y las oportunidades, para que se multipliquen.

Nosotros mismos no tenemos muchos más años que Bemmbo. Me da orgullo ver que se vuelve real la serendipia que buscamos para LatAm, y verla nacer justo acá, en Platanus es indescriptible.

Muchas felicidades a todo el equipo de Bemmbo y a los Buk por todo lo que han construido hasta ahora.

Y felicitaciones especiales a Rodrigo Oyarzún Irigoyen y Cristobal Dotte Silva, quién diría que 4 años después de empezar formarían parte del selecto grupo de startups que han hecho exit en LatAm.

Sé que Buk Finanzas seguirá dando historias para contar 💪